La Fe es mi energía vital y la Naturaleza mi religión; entrelazando la sinergia de conectamos en esta vida terrenal, contemplando las pulsaciones oscilantes de la respiración, una respiración consciente y pausada, dirigiendo mi mirada hacia el silencio a través de la práctica contemplativa, sin una actividad cerebral y es solo ahí, en la observación, donde expongo mis reflexiones en diversos espacios y plataformas. Me vinculo estrechamente con lo Natural, despertando en mí una consciencia temprana sobre mi propia relación biológica y curiosidad infinita con el Universo, lo multidimensional y lo cotidiano. Observar mis cuerpos conectada con mi Ser orgánico y experimentar al límite donde la vida se roza con la muerte física, es en ese límite donde solo estando en el presente, llego a entender el Arte de ampliar la consciencia a través de la Resonancia. Silencio. Algo inefable, solo vivible. Mis obras estimulan la percepción a través de los sentidos; más allá de lo visual apelan al cuerpo del espectador participante, estimulando el olfato, el tacto y especialmente la audición. El sonido es un elemento cada vez más relevante en mi creación, un lenguaje que cobra mayor importancia debido a su capacidad para generar y elevar vibraciones que estimulan positivamente las ondas cerebrales. Una resonancia que produce activación celular regenerándose a través del lenguaje vibracional. Comunicar a través de los sentidos reflexionando en esta oportunidad sobre la importancia del Agua en sus diversas formas, siendo la Respiración y el Tempo sonoro; los ejes centrales. La magia de la transformación; Nací en Chile y actualmente transito mis ejecuciones entre Chile, Estados Unidos y Alemania. Soy Creadora, Artista Interdisciplinaria con una amplia experiencia en temas medioambientales relacionados con el Océano y Territorios. Exploro las conexiones y relaciones entre humanidad y naturaleza creando Instalaciones Artísticas y películas que muestran y presentan sus simetrías, cercanía y proximidad. Mediante la combinación de diversos medios y un contacto directo con el espacio, despierto y experimento con cada uno de los sentidos. También me especializo en Sesiones de Respiración y Sonoras como facilitadora a través de activaciones energéticas compartiendo mis creencias espirituales. Los datos científicos son relevante para cada una de las Investigaciones a exponer-se. El núcleo principal de cada proyecto destaca las crisis continuas: Hambruna, Muertes, Salud Mental, Calentamiento global, Cambio climático, Pérdida de biodiversidad, entre otros problemas graves, a los que se enfrenta el planeta. Reflexiono y presento soluciones a través de un cambio de consciencia. Practico a diario la activación de Sesiones Sonoras; este Arte de expandir la consciencia a través de la Resonancia.
“Los sonidos y vibraciones son los bloques fundamentales que construyen el universo. El sonido edifica la mente, el sonido edifica tu cuerpo, el sonido edifica todo lo que vemos y recibimos a nuestro alrededor.” E.E.M. Actualmente junto a Patricio Aguilar Díaz, Artista Interdisciplinario, Investigamos y describimos la Naturaleza como una majestuosa Sinfonía Universal a través de un Viaje Sonoro-Energético. El elemento Agua, donde todo está unificado, un círculo continuo, sonido amplificado, agua resonante, placa resonante, máquina resonante líquida, un altar de conexión, un portal que nos lleva de vuelta a nuestra propia máquina corporal humana. Un espacio de silencio universal. Por el momento le denominamos “Cámara de Resonancia”. La infinita curiosidad, ver la transformación y sanación con Sonido siendo todo esto retratado mediante una combinación de fotografía, películas, paisajes sonoros, performances, dibujo, escritura y desarrollamos un espacio sagrado para el proceso de auto-cuidado personal. Creamos diversas Sesiones Sónicas en donde el eje principal es elevar la vibración a través de la Resonancia. Somos cuerpos electromagnéticos que necesitamos alinearnos constantemente y lo que hacemos es hacer descansar la mente y solo sentir desde un viaje profundo a través del corazón. Las diversas frecuencias van sintonizando con cada órgano, molécula, célula de nuestro cuerpo físico. El cuerpo humano se compone de 75% a 89% de agua y al ser 2/3 agua, la vibración armoniza cada parte que nos contiene. Las frecuencias de sonidos reaccionan y se produce un efecto inmediato en la molécula del agua. “Los sonidos armónicos producen poderosas ondas de frecuencias vibracionales que separan la aglomeración de las moléculas, permitiendo que éstas se muevan con más eficiencia y rapidez. Se incrementa la comunicación entre las células, se activa el proceso de desintoxicación de las mismas y se activa el proceso natural de sanación de todos los sistemas bio-físicos del cuerpo.” Este proceso es conocido en términos científicos como Electroporación.” Cada uno de los instrumentos utilizados amplifican el sonido energético a través del Biocampo, que es un campo de energía e información que rodea e interpenetra el cuerpo físico, logrando llegar a un estado de coherencia. Se desbloquean diversas turbulencias y desarmonía producidos en los centros energéticos del cuerpo físico manifestados por las emociones y mal estar en general. Vuelvo a decir, somos cuerpos electromagnéticos que necesitamos constantemente equilibrarnos. La contemplación y control de la respiración es lo único que permite libertar, flotabilidad, claridad mental, expansión, precisión, desbloqueos, conexión entre diversos beneficios conscientes y es desde la respiración; que surge mi interés por explorar lugares extremos donde el cuerpo tiene y siempre tendrá que adaptarse. La adaptación es la base para evitar la extinción. El respirar consciente es la esencia del equilibrio de nuestros cuerpos físicos, en donde cada latido del corazón logra ensamblar a una respiración lenta para atender nuestras emociones y vitalidad energética. A través de una fusión entre respiración dinámica y música electrónica, comparto y guío a un viaje único y siempre diferente al ritmo de esta respiración consciente manifestada a largo de once ciclos. Un viaje cíclico absolutamente personal que nos hace un holograma cuántico de resonancia magnética interior, un diálogo profundo hacia nuestros cuerpos; físico, emocional, mental, espiritual, álmico, etéreo, ……. Como menciona Eva Kaczor: El pH sanguíneo cambia a través de una respiración rítmica y rápida, los niveles de dióxido de carbono disminuyen temporalmente. Esto cambia el pH de la sangre, haciéndola más alcalina, un estado natural llamado alcalosis respiratoria. En respuesta, se siente hormigueo en las manos o la cara, oleadas de energía, ligereza o incluso una sensación de flotar. Para algunos, esto se siente como si el cuerpo se estuviera recalibrando, limpiando lo que ya no necesita y haciendo espacio para la claridad, la presencia y una conexión profunda fuera del cuerpo.También las ondas cerebrales están cambiando en la vida diaria, estamos principalmente en un estado de ondas cerebrales beta: alertas, activos, pensando y juzgando. Mediante la combinación de respiración dinámica y retención de la respiración, cambiamos nuestras ondas cerebrales a estados alfa (relajados, meditativos) o incluso theta (oníricos, intuitivos, el estado entre la vigilia y el sueño). Esto abre la puerta al subconsciente, y aquí es donde puede cambiar las creencias limitantes. Lo más bello es como libera el DMT natural del cuerpo. La respiración profunda y consciente puede estimular la glándula pineal y favorecer la liberación natural de dimetiltriptamina (DMT), una molécula a veces llamada “molécula del espíritu”. El DMT también se produce en pequeñas cantidades en los pulmones y está relacionado con experiencias místicas o visionarias. El cuerpo cumple su ciclo vital y regresa a la tierra porque estamos llamados a la trascendencia, pues antes que cuerpo somos energía en constante transformación. Me pienso antes, como naturaleza, como parte de un orden que me excede, sujeto interdependiente de otros seres vivos, danzando al ritmo de la gran ecología que nos integra. De ahí que ponga mi propio cuerpo en las obras, vinculándome estrechamente con montañas, glaciares, desiertos y mares, recorriendo esos espacios, llevando mi capacidad física hasta un borde, internándome en paisajes extremos y dejándome afectar-transformar por ellos. Son estas experiencias las que traslado a mis Instalaciones, en las que se vivencian y reproducen agua, tierra, fuego, vegetación y otros elementos que aluden a la Naturaleza. Mis investigaciones actuales han ido intensificando una reflexión sobre la gravedad de la crisis medioambiental en la que hoy nos encontramos. Cada hora, cada día, cada mes, cada año la devastación avanza ante una dolorosa e inexplicable indiferencia. Dolorosa porque habla de una desconexión con nuestro propio cuerpo y, por lo tanto, con nuestra vida; una tecnificación y autoexploración de la existencia que amenaza lo único que tenemos: la magia de la transformación y la oportunidad de trascender. En lugar de orientarnos hacia la resonancia mística nos hemos precipitado en el estancamiento racional. Es inexplicable que esta indiferencia se solidifique en la autodestrucción, es como si prefiriéramos desaparecer antes que ver el peligro y emprender los cambios necesarios para afrontarlo. No miro la Naturaleza desde lejos como si fuera un paisaje externo a mi cuerpo y a mi mente; la experimento como alteridad, como contexto dialogante y también como el espacio que me contiene. Si la Naturaleza está enferma, yo me enfermo junto con ella. Amar la Naturaleza, cuidarla, no es otra cosa que amarse a uno mismo y al resto de los seres vivos con quienes compartimos en esta existencia terrenal. Las cuatro funciones que son relevantes en mis acciones: contener, trasladar, construir y alimentar. Actualmente mis pensamientos avanzan hacia una ruta interior disolviéndose para explorar las posibilidades de sanación que tenemos los humanos ya que destruir la Naturaleza no es otra cosa que autodestruirnos. El planeta podrá seguir girando sin nosotros, es la especie humana la que hoy se suma a la larga lista que ya se encuentran en peligro de extinción. Algo monstruoso puede también concebirse como algo hiperbólico, algo gigantesco, hipertrofiado. Esa es la racionalidad económica. Nos hemos sometido a su mandado y hemos olvidado nuestra esencia espiritual. Cuando digo espiritual hablo de energía. No hablo de religiones, ni de creencias ni de activismos dogmáticos. Hablo de la necesidad de re-conectar con nuestra energía como un modo de navegar en esta crisis planetaria, de sanarnos para poder seguir respirando. Es necesario atender a la respiración y ser consciente de ella; morir físicamente no es otra cosa que dejar de respirar y nuestro espíritu se disuelve en la eternidad. Mi planteamiento reciente está amarrado a la respiración de inspirar, retener, exhalar, retener…. Para reflexionar: Como lo comenté más arriba, un lenguaje que está apareciendo con mayor énfasis en mis últimas investigaciones es el sonido, por su inmaterialidad y su capacidad de generar vibraciones que modifican nuestra estructura celular. La vibración, sonido emitido por el cuerpo, la voz humana eleva los estados de consciencia. En un entorno sonoro, el silencios es crucial; hacer una pausa y contener la respiración informa al sistema vivo con ritmos sostenible.